El aprendizaje de las ciencias requiere de un lenguaje específico. Parte de este lenguaje es especializado o técnico; se refiere a conceptos y procedimientos propios de la ciencia, pero se sitúa en el contexto del uso habitual de la lengua materna. Los psicólogos han llamado la atención sobre la estrecha relación que hay entre lenguaje y pensamiento y sobre el hecho de que el aprendizaje de la ciencia, suministra, como ninguna otra área, un campo propicio para el desarrollo del lenguaje.
La ciencia puede desarrollar una amplia gama de habilidades y destrezas intelectuales y motoras, pero esto depende de la forma en que se enseña: la inclusión de las ciencias en el curriculum tiene una justificación fundamental para lograr determinados objetivos, propios del ámbito de las ciencias experimentales. De ahí la importancia del tratamiento educativo del conocimiento científico, conocimiento que se basa, en último término, en el método experimental de investigación, principal medio para probar la validez de una proposición acerca del mundo, a través de la realización de observaciones y experimentos.
Siguiendo esta idea, el CEIP Narciso Alonso Cortés ha desarrollado un amplio abanico de tiempos y actividades didácticas específicamente destinadas al desarrollo de procesos científicos entre sus alumnos, canalizando experiencias y promocionando experimentos básicos, pero llenos de ilusión y significatividad. Por ello, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con la colaboración de la Fundación BBVA, acaba de premiar su iniciativa, por aplicar en sus aulas el método científico, por impregnar la enseñanza de unos pasos básicos: observar, plantear hipótesis, comprobar, definir teorías.