El Centro El Pino de Obregónde Valladolid está participando en un curso innovador sobre Jardines Sensoriales, impartido por la Fundación Eusebio Sacristán. Esta formación tiene como objetivo enriquecer la labor educativa de los profesores, proporcionándoles herramientas y conocimientos para crear un entorno inclusivo y estimulante para todo el alumnado, independientemente de sus necesidades o capacidades.
El curso se centra en el diseño y la implementación de jardines sensoriales, espacios especialmente pensados para potenciar la percepción a través de los cinco sentidos. Estos jardines no solo son una herramienta educativa, sino también terapéutica, ya que favorecen el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y sociales en los estudiantes, creando un ambiente donde la diversidad es valorada y el aprendizaje se adapta a las necesidades individuales.
La Fundación Eusebio Sacristán, entidad de reconocido prestigio en el ámbito educativo y social, es la encargada de impartir este curso, que forma parte de su compromiso con la inclusión y la formación continua de los profesionales de la educación. A través de este programa, los docentes del Centro El Pino aprenderán a utilizar los jardines sensoriales como un recurso para desarrollar actividades lúdicas y adaptadas a diferentes niveles de aprendizaje.
Los jardines sensoriales permiten a los estudiantes interactuar con su entornode manera directa, favoreciendo su conexión con la naturaleza y estimulando su curiosidad. Las actividades que se proponen van desde la exploración de plantas aromáticas hasta la creación de caminos táctiles, pasando por el uso de colores y sonidos, todo ello diseñado para captar la atención de los estudiantes y fomentar su participación activa.
El proyecto tiene un impacto positivo no solo en el ámbito académico, sino también en el bienestar emocional de los alumnos, promoviendo la inclusión y favoreciendo la integración de aquellos con discapacidad o con dificultades de aprendizaje. El Centro El Pino, que atiende a estudiantes con diversas necesidades educativas, se beneficia de este enfoque, que refuerza su labor de ofrecer una educación de calidad y adaptada a cada persona.
La implementación de jardines sensoriales en las aulas no solo enriquece el aprendizaje, sino que también crea un entorno de respeto y convivencia, donde todos los alumnos se sienten valorados y comprendidos. Con este curso, el Centro El Pino da un paso más en su compromiso con la inclusión y el bienestar de su alumnado, consolidándose como un referente en la educación adaptada de Valladolid.