Raúl Espert Tortajada, impartió el curso “La revolución psicobiótica: eje intestino-cerebro y salud mental”.

El término “Psicobióticos” se utiliza en la investigación para referirse a las bacterias vivas que, cuando se ingieren en cantidades adecuadas, pueden conferir un beneficio para la salud mental al afectar a la microbiota intestinal del organismo huésped a través de la producción de proteínas antiinflamatorias. Para que funcionen de forma óptima dichas bacterias precisan un “sustrato de crecimiento” basado en fibra alimentaria y que se denomina genéricamente como “prebióticos”.

Actualmente, se está investigando en animales y humanos si determinadas cepas de bacterias, ingeridas a través de alimentos (v.g. yogur, kéfir, té kombucha, chukrut, miso, kimchi, skyr, encurtidos, quesos curados, tempeh, etc.) o preparados específicos de farmacia, podrían desempeñar un papel en el eje intestino-cerebro, regulando los mecanismos inflamatorios a través de proteínas señalizadoras que son capaces de cruzar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro.

La educación sobre la microbiota es importante porque cada vez hay más evidencia que sugiere que los microbios que viven en y sobre nuestro cuerpo juegan un papel crucial en nuestra salud y bienestar. La microbiota se refiere a la comunidad de microorganismos que habitan en un ambiente específico, como el intestino, la piel y la boca.

Una educación adecuada sobre la microbiota puede ayudar a las personas a comprender cómo los microbios afectan a nuestra salud, cómo se desarrolla la microbiota y cómo se puede influir en ella a través de la dieta, el estilo de vida y otros factores. También puede ayudar a aumentar la conciencia sobre la importancia de mantener una microbiota equilibrada y diversa.

Además, la educación sobre la microbiota puede ser útil para tratar y prevenir enfermedades relacionadas con la disbiosis o desequilibrio de la microbiota. Por ejemplo, algunas afecciones asociadas con la microbiota, como la enfermedad inflamatoria intestinal y la obesidad, pueden tratarse mediante la modulación de la microbiota.