Este curso de oferta abierta ha mostrado cómo acercarse a la Prehistoria desde una perspectiva práctica con el fin de ofrecer recursos y materiales para el aula y así, favorecer una enseñanza y un aprendizaje competencial de las áreas y materias de Sociales. El curso se ha realizado con la colaboración del Instituto de Promoción Cultural Arcadia de la UVa.
A lo largo de cuatro sesiones hemos podido aprender que se puede utilizar una patata para reproducir la talla de piedras, que un bloque de plastilina sirve para reproducir cerámica, la importancia de la digitalización de restos arqueológicos, cómo averiguar el sexo de los restos óseos o las infinitas disciplinas que utiliza la Arqueología.
A continuación, paso a reseñar cada una de las sesiones.
En la Primera, Manuel Guerra Rojo, catedrático de Prehistoria de la Uva, con una amplia carrera docente e investigadora nos mostró la evolución tecnológica de la producción lítica desde la olduvayense (hace 2.5 millones de años aproximadamente) hasta los procesos de microtilización del magdaleniense (hace 15.000 años aproximadamente).
Aprendimos términos como núcleo, percutor, lasca, hendededor, raedera… todo ello con el ejemplo práctico de cómo se hacía tallando una patata. Junto con la industria lítica también prestamos atención a la cerámica. Esta apareció en el Neolítico (hace unos 9250 años) y supuso un auténtico cambio en la relación del hombre con la naturaleza de la que somos herederos directos. En este momento surgen la propiedad, la guerra, el sedentarismo, el cálculo… Ante esas nuevas necesidades y unas condiciones adecuadas surge la cerámica. Con un bloque de plastilina practicamos los diferentes motivos decorativos: líneas, boquique, estampillados, cordones o ajedrezado. Distinguimos diferentes tipos de cocción, los colores de la cerámica y los tipos de fragmentos.
La sesión mostró la necesidad de que los alumnos tengan en sus manos la posibilidad de recrear tanto la industria lítica como la cerámica para poder aprender el significado profundo de la prehistoria.
Izaro Quevedo Semperena fue la encargada de la ponencia: La tecnología 3D aplicada a la docencia en Arqueología. En esta sesión conocimos la importancia de digitalizar los restos arqueológicos tanto para los proyectos de investigación como para la divulgación y difusión de los resultados obtenidos en una investigación. Se nos mostró la técnica de la fotogrametría y el programa Agisoft Metashape. Una vez digitalizados los restos pueden reproducirse con una impresora 3D, a partir de ahí podremos disponer de “réplicas” de restos óseos, de cerámicas, de excavaciones… que los alumnos podrán ver y tocar sin problema. Si no queremos digitalizar en https://sketchfab.com/ disponemos de infinidad de piezas digitalizadas.
En esta sesión hemos comprobado fácilmente cómo diseñar aprendizajes interdisciplinares, en este caso, tecnología y arqueología.
En la tercera sesión Cristina Tejedor nos mostró cómo la Arqueología se abre a disciplinas de carácter científico para avanzar en el conocimiento de la Prehistoria. En diferentes excavaciones como la de Zafrín, el Alto del Reinoso, El Pendón o la cueva de Els Trocs. Disciplinas como la Geología ayudan a entender la ubicación de los yacimientos en el momento de su formación. La Paleodemografía nos proporciona datos sobre las poblaciones prehistóricas: cuántos hombres, mujeres y niños y qué edades. La paleopatología nos permite entender las enfermedades de los hombres prehistóricos; ya estaban presentes la artritis, inflamaciones, estrés y fracturas. En “El Pendón” se ha encontrad un cráneo el cráneo de una mujer a la que se realizó dos mastoidectomías (intervención para eliminar infecciones del oído medio) hace 5.300 años. A través de la zooarqueología podemos conocer las especies vivas que acompañaban al hombre prehistórico y constituían su ecosistema.
En el diseño de una excavación es necesario recurrir a todas estas disciplinas y algunas más para tener una visión completa de la forma de vida del pasado.
En la última sesión Ana Herrero Corral nos mostró todo lo que la Arqueología funeraria y la Antropología física nos desvelan de los restos óseos. Lo más importante de una excavación es el registro, describir su estructura, tipo de depósito, número de individuos, tipo de enterramiento, posiciones de los cuerpos, orientación o tipo de descomposición. Una vez realizada la excavación se pasa al estudio en el laboratorio. La osteología nos permite averiguar la edad biológica de la muerte con diferentes métodos en función de que los individuos sean adultos o no: mediciones de huesos, erupción y calcificación de piezas dentarias, fusión de la epífisis, del coxal o del sacro.
Asimismo, los restos óseos de adultos nos permiten averiguar el sexo de estos, algo que no es posible con los restos infantiles. Para Ana Herrero la población infantil de la Prehistoria ha sido poco estudiada y valorada, necesitamos estudios que nos expliquen cómo era la infancia y los niños prehistóricos.
A lo largo de este curso hemos podido comprobar cómo trasladar a nuestro aula una enseñanza práctica de la Prehistoria en la que nuestros alumnos adquieran conocimientos, destrezas y actitudes acerca de nuestros antepasados más remotos.